lunes, 25 de abril de 2011

VI Congreso: Análisis (final)


En este informe, el dictador en jefe consideró oportuno dedicar algunos minutos a la situación internacional.

Se refirió a la crisis económica, por la cual atraviesa el mundo, como un problema de carácter sistémico.

En artículos anteriores he mencionado, varias veces, que se trata de una crisis artificial, creada por el aumento indiscriminado de los precios del barril de petróleo, controlado por unas cuantas petro-monarquías y dos o tres socios más, como los gobiernos de Irán y Venezuela. Estos dos tipos de gobierno, de tendencias totalitarias, se parecen más a los sistemas autocráticos que a una verdadera democracia.

Por supuesto que la crisis afecta a todas las naciones. No tener en cuenta que los únicos países productores de los bienes materiales que hoy se consumen en el mundo se fabrican en países industrializados sería intentar tapar el sol con un dedo. Pero es que para producir esos bienes, los países industrializados necesitan petróleo.

Otro aspecto a tener en cuenta es que muchos de los productos comestibles, también son producidos por los países industrializados. Al aumentar el precio del petróleo, aumentan los precios de los transportes. Como consecuencia de esto aumenta todo lo demás.

Muchos de los países sub-desarrollados (incluyendo a Cuba), reciben alimentos provenientes de países industrializados. Esa es una de las respuestas a las respuestas surgidas en los países del norte de África, donde los precios se han duplicado en 20 años.

Nota: La crisis económica se produce en el año 2008, pero el precio del barril de petróleo venía aumentando paulatinamente (sin explicación alguna) desde 1998. Según "expertos" internacionales el aumento de los precios del barril de petróleo se debe a "especulaciones".

Quienes son los más interesados en especular?

Esta es una explicación que muy pocos entienden. Ahora bien, otra cosa es que los gobiernos de los países industrializados hayan hecho las cosas bien.


Existían dos caminos posibles:

1.- Apoderarse del petróleo a como diera lugar, jamás hubiera sido aceptado por la población de esos países.
2.- Apretarse el cinturón. Eso es lo que están haciendo. No obstante, el apretón del cinturón trae aparejado un sinnúmero de inconvenientes.
A saber:
- disminución del nivel de vida de la población de los países industrializados. De no muy fácil aceptación.
- aumento del valor de los productos exportables al tercer mundo.

Es precisamente a lo anteriormente expuesto, a lo que se refiere Raúl Castro cuando dice: "Los remedios
aplicados por los poderosos se han dirigido a proteger a las
instituciones y prácticas que le dieron origen y a descargar el
terrible peso de las consecuencias sobre los trabajadores en sus
propios territorios..."

La tergiversación de la realidad se produce cuando Raúl Castro dice que: "prácticas que le dieron origen". El origen no fue provocado por las instituciones. Que las casas financieras y los bancos cometieran errores garrafales no los hace culpables. Al menos, culpables dolosos.

Los verdaderos culpables han sido los gobernantes de los países industrializados, que fueron incapaces de detener el aumento del precio del crudo.

De manera que en la actualidad se están produciendo acontecimientos que no auguran tiempos mejores.

No había terminado de echarle la culpa al imperialismo cuando Raúl Castro, al mejor estilo de redacción del hermano (cambiar de un tema para otro sin hilvanar), pasa al tema del cambio climático, para de forma espeluznante catalogarlo de "devastador".
No hay absolutamente nada probado que demuestre que el cambio climático es consecuencia directa de la negligencia de los seres humanos.

Del catastrofismo del cambio climático salta a toda velocidad para los terremotos de Haití, Chile y Japón, dejándolos atrás, para caer en..., las "guerras de conquista" que libra Estados Unidos en Irak y Afganistán, que no tienen que ver ni con el cambio climático, ni con los mencionados terremotos.

Otro salto más y va a parar a los movimientos populares de los países árabes, que se rebelan contra gobiernos tan corruptos y opresores como el suyo propio.
Existe un diferencia abismal entre las dictaduras árabes y las dictaduras totalitarias, aunque ambos tipos de dictaduras se identifiquen entre ellas por razones de conveniencia.

Las dictaduras árabes, en su mayoría, son autocráticas por naturaleza. Se han constituido en países que por su grado de desarrollo social no han sido capaces de entender el significado del concepto filosófico llamado democracia. En algunos de ellos gobiernan monarquías, en otros el poder ha sido usurpado por autoproclamados "revolucionarios", que al final de varias décadas han demostrado ser más corruptos que los monarcas por ellos depuestos.

La similitud no es ninguna coincidencia.

Raúl Castro cataloga de "lamentable conflicto" lo ocurrido en Libia. Para él, el dictador Gadaffi nunca actuó contra el pueblo. Cataloga la intervención militar de la OTAN de "brutal", cuando todos sabemos que la pusilanimidad de los gobernantes de los países que integran dicha organización, estuvo a punto de dejar a Gadaffi, masacrar a los rebeldes.

De parte de quién está Raúl Castro: de los rebeldes o de Gadaffi?
Todos conocemos que Fidel Castro defiende a Gadaffi.


No tengo la menor idea de donde saca Raúl Castro que los E.U. y la OTAN incluyen, en sus doctrinas, "el intervencionismo agresivo" contra los países subdesarrollados. De ser así, ya no existiera la crisis artificial de los precios del petróleo.

El resto del informe no merece la pena ser analizado porque se traduce en alabanzas al régimen cuasi totalitario de Hugo Chávez y a las mismas y desgastadas consignas.

Que el incremento femenino en el Comité Central sea algo novedoso, tampoco es nada nuevo y si más de lo mismo.



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